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sábado, 1 de febrero de 2014

Las competencias actitudinales de los especialistas de la comunicación

La importancia de la participación (escuchar y dialogar)   


En las dinámicas de labor de campo, el comunicador es la persona que debe tener mayor permeabilidad para saber escuchar a sus interlocutores. Este elemento es sumamente importante como rasgo definitorio de sus capacidades, porque se enfrenta a muchas realidades diferentes a la suya y que por no conocerlas, debe pasar de ser un agente a un filtro de información para entablar puentes de comunicación y conocimiento mutuo. 
Esta característica es vital para los comunicadores que trabajan en las zonas rurales, porque solo sabiendo escuchar pueden formarse un criterio amplio de la realidad de una comunidad, de sus necesidades y carencias. Pasa lo mismo con el don del diálogo, una característica que debiera ser oportunamente entrenada por un profesional de la comunicación, pues con el diálogo no solo se nutre la comunicación de ida y vuelta, sino también se logran consensos, acuerdos y también desacuerdos... cuando no existió un suficiente mecanismo de diálogo entre las partes. 

De la misma forma, el saber escuchar facilita el trabajo de campo en cuanto a la etapa de recojo de información en la estructuración de proyectos de desarrollo a través de entrevistas en profundidad, las mismas que se pueden hacer en cualquier lugar y momento y de las que se puede conseguir relevante información para evaluar los impactos del proyecto antes o después de ejecutados.
En tal sentido, el especialista de la comunicación se vuelve en un lider que transmite confianza y credibilidad, dos condiciones que ayudan a promover los mensajes clave que se quieren transmitir en una comunidad o grupo humano.

lunes, 14 de enero de 2013

Competencias profesionales de los comunicadores/as y comunicólogos/as


El desarrollo (concepciones y teorías)
El término Desarrollo se comenzó a oír en la época de la primera guerra mundial en Estados Unidos, cuando no existía una definición clara sobre la situación de desigualdad en la que vivían muchos países en el mundo. Mientras que unos países tenían un desarrollo avanzado y vivían en condiciones de crecimiento había otros que se encontraban en un contexto de guerra y vulnerabilidad que hacía evidente las diferencias entre ricos y pobres.
Fue el presidente Woodron Wilson quien acuñó el término que desde entonces ha sido motivo de debate durante toda la centuria pasada buscando en su contexto y significado la forma de prevalecer como una manera para encontrar la equidad, la igualdad y el crecimiento de los países más pobres en el mundo. No obstante, a lo largo del tiempo transcurrido el término desarrollo sigue significando cosas diferentes. Antes, en la década de la segunda guerra mundial y después, el término tuvo una concepción basada en modelos economicistas capitalistas que le dieron una valoración proteccionista basada en el paternalismo con un claro interés político.
Fue a lo largo de casi cuatro décadas, ya entrados los años 80 en adelante que el concepto desarrollo viró hacia el lado humano, social, cultural e integrador del individuo y los países. Lo que fue visto como una problemática económica de falta de transferencia de tecnología y falta de modernidad industrial en un principio, pasó a ser una mirada más integradora a partir del individuo, su circunstancia histórica y su contexto social. Se comenzó a entender el desarrollo como una condición humana en la que el individuo tiene el derecho de ser considerado y tratado desde perspectivas de justicia igualitarias, con respeto a sus derechos humanos y con una tolerancia a su entorno y cultura propios de cada grupo humano.

sábado, 26 de mayo de 2012

Globalización e Internet: ¿La internet es un espejo del proceso de globalización? ¿Cómo impacta internet en el afianzamiento de la globalización en las minorías?


Intentamos explicar cómo se ha desarrollado el binomio internet-globalización a lo largo del presente siglo y en qué medida ha hecho posible que las minorías se afiancen o se hagan visibles gracias a ambos fenómenos contemporáneos.
En primer lugar cabe explicarse que una de las primeras o sino la primera corriente de aplicación de este binomio ocurrió en los años 80’s. Cuando nace la necesidad de las empresas más competitivas y productivas del mundo de interrelacionarse para llevar a cabo ciertas partes de sus procesos de producción a fin de operar en red con fines de cooperación mutua constituyéndose en una red de apoyo. Lo que Manuel Castells denominó ‘la empresa-red’. 
Si este fue el primer paso en el que se asentó el proceso de la globalización en términos empresariales en el mundo, con el uso horizontal de la internet, se dio forma a una era del conocimiento y suma de sinergias que se extendió hasta hacer del comercio en línea una forma de vida, una manera de entender la cultura de la competitividad y un vehículo para hacer visibles a las minorías invisibles.
Si antes existían mercados cuyo alcance era definido por las dimensiones geográficas o de transporte, en el siglo XXI, la era digital ha permitido sacar a flote a todos esos nichos de mercado que por la falta de interconexión eran desconocidos unos entre otros, pero que constituyen una suma de grandes minorías que conforman el mercado del e-commerce.
Lo explica claramente Chris Anderson en su libro ‘La economía Long Tail. De los mercados de masas al triunfo de lo minoritario’. “El mercado masivo antes conformista se está dispersando. Hoy ese mercado se está convirtiendo en una masa de nichos que siempre existió pero que a medida que disminuyó el coste de acceso se convirtió en una fuerza económica y cultural que hay que tomar en cuenta”.
Por su parte, Don Tapscptt & Anthony D. Wlliams, autores de ‘Wikinomics. La nueva economía de las múltiples inteligencias’, sostienen que “los pequeños productores están viviendo una era dorada comparada con el renacimiento italiano o la democracia ateniense, gracias a la colaboración masiva que trasciende fronteras, disciplinas y culturas… nunca antes los individuos han tenido la capacidad y la oportunidad de conectarse a redes flexibles de iguales para producir bienes y servicios de un modo tangible y continuado”.
Igualmente argumentan también que los grandes industriales tienen como nuevos rivales a las grandes masas de individuos autoorganizados e hiperconectados que ahora tienen la capacidad de innovar y crear valor en un escenario global. Este marco puede explicar por ejemplo, cómo hoy en día, en lugares alejados, pero ya no desconectados, como los andes peruanos, existan exitosas experiencias de comunidades campesinas que se dedican a la producción de papa natural que se exporta a mercados de Europa o Asia donde este producto es altamente valorado sin tener que pasar por el centralismo del mercado de la capital. 
Quienes pensaron que era un planteamiento difícil de creer, y que podía incluso calificarse como una utopía, reconocen que es una realidad para un importante número de minorías alejadas de todo, pero conectadas al mundo a través de la Internet.