Sociedad multiétnica, pluralismo cultural y multiculturalismo, son
términos que forman parte de una manera de mirar el mundo. Tienen un horizonte común: la
tolerancia y en su conjunto implican integración.
En el ámbito de la comunicación pública se da por sentado que son las
informaciones de interés colectivo las que se hacen públicas para bien de una
comunidad o una sociedad. Es
en este espacio público, donde los medios de comunicación, las instituciones
públicas y privadas, los gobiernos locales o los supranacionales, tienen el
compromiso y la responsabilidad de llegar a la opinión publica con conceptos
claros sobre cultura, pluralismo o multiculturalismo. Con el propósito de crear
una cultura de tolerancia que ayude a abrir espacios de convergencia ante los
cambios globales que participan las sociedades modernas en todo el mundo.
Según la definición de Eagleton Terry,
la cultura se puede entender como el conjunto de valores, costumbres, creencias
y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo especifico. Sostiene que como tal, el
término cultura implica demasiadas definiciones que no terminan de clarificar
su real concepto. En todo caso, la cultura viene a ser el conjunto de hábitos
por los que a lo largo del tiempo los individuos han puesto en práctica
consolidándose como tradiciones que tienen su mayor fortaleza en la herencia de
generación tras generación.
Por su parte, León Olivé, manifiesta que con el imperativo del occidente
dominante, se trató por mucho tiempo de establecer una cultura hegemónica que
dominara y a la vez que contenga a todas aquellas culturas que corresponden a
los diferentes pueblos de occidente. Tal es el caso de Latinoamérica donde tras la dominación
de la conquista y luego con el desarrollo norteamericano, se ha intentado
imponer una cultura occidental globalizadora que tienda a la homogenización de
la cultura, sin plantear diferencias ni tolerancias. A lo que reflexiona:
“Muchos conflictos sociales y políticos se deben a los intentos de algunas
culturas por dominar a otras, y a la falta de reconocimiento de las diferencias”.
No obstante, Olivé va mas allá y precisa “que lo mas delicado y lo que
realmente importa es que los miembros de la otra cultura pueden concebir la
naturaleza humana de modos muy diferentes, y lo que perciban como necesidades
humanas básicas puede diferir enormemente del punto de vista occidental
moderno”.
En esa línea Eagleton Terry
sostiene que “el hecho de que una serie de gente pertenezca al mismo lugar, a
la misma profesión o a la misma generación no significa que formen una cultura;
sólo lo hacen cuando empiezan a compartir hábitos lingüísticos, tradiciones
populares, maneras de proceder, formas de valoración e imágenes colectivas”.
De otro lado reflexiona acerca de la disección del término cultura lo
que da pie a entender nuevos criterios que tienen que ver con el
multiculturalismo por ejemplo. “Durante
un tiempo la cultura fue una noción demasiado selecta, ahora es un término elástico
que apenas deja nada fuera de él. Sin embargo, también se ha vuelto algo
demasiado especializado y ha reflejado pasivamente la fragmentación de la vida
moderna en vez de tratar de reintegrarla, tal como ocurría con el concepto clásico
de cultura”. Explica que existen dos tipos de culturas la que se escribe con
mayúsculas y es superior y la que se escribe con letra pequeña pero que también
constituye una forma. “Para la
Cultura, la cultura esta ofuscada por el sectarismo, mientras
que para la cultura, la
Cultura es demasiado etérea, mientras que para la Cultura, la cultura esta
demasiado pegada al suelo. Estamos divididos entre un universalismo vacío y un
particularismo ciego. La
Cultura, parece ser algo desarraigado y desencarnado, la
cultura en cambio, anhela con exceso una morada propia”.
El término multiculturalismo tomó visibilidad durante los años 80’s en
la sociedad norteamericana, se expandió y tomo espacio como efecto de la
búsqueda de reivindicaciones de los grupos minoritarios que vivían al margen de
la vida cívica de la sociedad en los Estados Unidos. Avital
H. Bloch ensu estudio ‘Multiculturalismo, Teoríaposmoderna y redefinición de la identidad nacional norteamericana’, define
el termino multiculturalismo: “se refiere a un cambio en las luchas de las
minorías por obtener reconocimiento e influencia en la sociedad, de énfasis
político y acomodamiento cultural (…) en contra de los cánones eruditos
prevalecientes en materia literaria y artística”. En ese entonces el
multiculturalismo se caracterizó por promover culturas minoritarias anunciando
un cambio en las relaciones intergrupales en los Estados Unidos contemporáneos.
La presión de las minorías que fueron identificadas inicialmente con los
afroamericanos poco a poco fue ampliándose hacia otras minorías étnicas como las
de los indígenas americanos, los hispanoamericanos, los asioamericanos. A las que
luego se le unirían otro tipo de minorías igualmente vulneradas en sus derechos
como el colectivo de homosexuales y lesbianas. Surge entonces un proceso
interesante, en el que las minorías étnicas encabezadas por los afroamericanos
principalmente, lucharon por obtener un ‘trato preferente’ que al igual que el
movimiento de las mujeres y los homosexuales buscaban un espacio dentro del
sistema con acciones afirmativas en lo económico y en el espacio político.
Bloch explica que
el multiculturalismo es el resultado directo del concepto de marginación y
dominación de las minorías por parte de los grupos predominantes (…) las
presiones de los multiculturalistas para que haya más representación de la
producción cultural minoritaria implica la reducción de lo que llaman el
‘masculino-blanco-heterosexual-eurocentrismo’ que ha controlado la sociedad. Según ellos, la curricula y
otros preceptos ‘occidentalizados’ han ignorado o distorsionado sus
experiencias sociales y expresiones culturales. (…) las minorías han sido
desposeídas del conocimiento de sus propias historias y de sus raíces
culturales.
Una cuña diferente y más acuciosa es la que blande Giovanni Sartori en su libro ‘Lasociedad multiétnica’, al comparar y ponderar el pluralismo sobre el
multiculturalismo. El
pluralismo y el multiculturalismo no se oponen, dice, el multiculturalismo es
una expresión que simplemente registra la existencia de una multiplicidad de
culturas, no plantea problemas o una concepción pluralista del mundo. Solo si
el multiculturalismo se considera como un valor prioritario cambia su discurso
y surge el conflicto entre ambos. Sartori
explica que el pluralismo aprecia la diversidad y la considera fecunda. Nace de
un mismo parto con la tolerancia que es la que no ensalza al otro, sino que lo
acepta. El pluralismo no es agresivo ni belicoso pero de manera pacifica
combate la desintegración.
No obstante, reconoce que hoy predomina un multiculturalismo que aunque
sigue estando anclado en la etnia, es de cuño cultural. Y explica que al definir el sentido
cultura, los multiculturalistas excluyen al menos tres acepciones del término.
Cultura en el sentido conductista del modelo del comportamiento del individuo,
desde el sentido antropológico del hombre como animal simbólico, desde el
sentido cultura política y desde el sentido de cultura culta en la acepción
docta del término. Es decir, Sartori,
delinea el sentido del multiculturalismo como una cultura que puede ser una
identidad lingüística, una identidad religiosa, una identidad étnica. “Bajo la
expresión ‘cultura’ no todo es cultura. Y debe quedar claro que una diversidad
cultural no es una diversidad étnica: son dos cosas distintas”. Explica que el
multiculturalismo es hoy una palabra portadora de una ideología, de un proyecto
ideológico, sin embargo, para que se de, presupone una sociedad abierta que
crea en el valor del pluralismo.
De otro lado, Sartori, hace un
análisis y comparación entre lo que los teóricos llaman ‘la política de reconocimiento’ y ‘el tratamiento preferencial’ por las que las minorías buscan una
posición de mayor relevancia en la sociedad norteamericana y que tienen
diferentes planteamientos de discusión.